martes, junio 20, 2006

Sin Código

La propuesta reforma al Código Penal

20/6/2006

Antes de los esfuerzos por armar la Plaza del Sí, se habían planteado algunas ideas para reformar el Código Penal.

Luego de desvanecidos los ecos del efecto Lavagna, se volvió a hablar del proyecto con algunas diferencias. Todo parece bailar al son de las necesidades electorales.
El gobierno quiere adelantar las elecciones para no permitir el armado del respaldo a Lavagna. Según se ha comentado en distintos medios, también estuvo presionando para que el ex ministro no logre apoyos empresarios, como el de Techint, o de causas populares como la de Blumberg.

Clarín hoy titula “Quieren que todas las condenas sean de cumplimiento efectivo”, lo cual suena atractivo para una clase media golpeada por la violencia cotidiana, pero esa es sólo una parte de la historia. La otra incluye el acortamiento de la prescripción de los delitos.

Asimismo, en un artículo del mismo diario el 19/6 se habla de la despenalización del consumo y “penas más bajas para delitos relacionados al narcotráfico”.

Sin entrar en lo grave de reducir las penas al narcotráfico, que no resiste ningún análisis, creo que también pueden ser serias las consecuencias de la despenalización del consumo. Los argumentos pasan por el respeto al ámbito privado. Pienso que esta restricción del consumo al ámbito privado no es tal. El adicto es afectado en su vida familiar, laboral, en el estudio, en su riesgo de contraer enfermedades, en su agresividad. El delito cometido por personas drogadas se vuelve más violento, y se generan más robos para tener dinero para consumir. Las personas que consumen drogas en algunos casos pueden perder el dominio de vehículos y otras situaciones que pueden causarle daño a la misma persona o a terceros. ¿Qué pasa si el chofer del colectivo, o un policía está drogado en el trabajo?. El humo de marihuana afecta al espacio público forzando a aspirarlo a quienes no quieren hacerlo. También el abandono de jeringas u otros elementos en la vía pública pueden causar daño a personas inadvertidas o incluso a niños. Sin contar la rápida destrucción a la que son sometidas las personas que consumen determinadas drogas como el paco. Si esas personas no pueden dejar la droga por su adicción, es difícil que por sí solas puedan encontrar el límite justo entre lo privado y lo que afecta a la salud pública. Si un psicofármaco, hecho por un laboratorio de acuerdo a normas farmacéuticas, con fines terapéuticos, debe ser recetado por un médico, ¿puede cualquier persona decidir cuándo aspirar cocaína?

También es preocupante un punto de la reforma al que hace referencia la edición del matutino del 18/06:

Para el infanticidio, que hoy es homicidio agravado por el vínculo, se vería reducida la pena, de tal modo que si la madre mata a su hijo en el período de puerperio la pena sería entre 1 y 5 años si la madre está fuera de sí y no comprende la criminalidad, cuando ahora puede llegar a cadena perpetua. Entonces ¿no está permitido el aborto pero matar al hijo una vez que nació no acarrearía mayores problemas? No quiero simplificar el tema ni ignorar el drama de las mujeres violadas, sometidas, o madres muy jóvenes en ámbitos donde su condición no es aceptada. Esto requiere trabajar preventivamente, contener psicológicamente a ellas y a sus familias, para que puedan llegar mejor al momento del parto y que el hijo, si es deseado pueda ser criado adecuadamente, y de lo contrario encontrar un hogar sustituto. Reducir la pena para un caso como este no disminuye la tragedia. Pero además si en el mismo proyecto se reducen las penas y los tiempos de prescripción para violadores, se estaría causando más casos como el de Romina Tejerina, que es el caso por el cual se estudia este cambio sobre el infanticidio.

Daniel

2 comentarios:

Dieguistico! dijo...

Daniel, el tema de la reforma al Código Penal es bastante complejo, tengo ganas de estudiar el tema pero ando sin tiempo.
En principio no me parece mal la derogación de algunos tipos penales, ni la reducción de las penas, dado que en la práctica algunas penas resultaban excesivas para ciertos delitos y los jueces (con criterio que comparto) optaban por no aplicarlas.
La cuestión es que las penas sean efectivas, no que sean nominalmente graves pero no se apliquen.
De cualquier modo el tema da para horas y horas de discusión.
No estoy de acuerdo, por ejemplo, con la despenalización de ciertos tipos de aborto, ni con la inclusión como delito de algunas conductas poco significativas (como los "arreglos" en los campeonatos deportivos, cuestión que nada tiene que hacer en un Código Penal).
En general el proyecto me parece perfectible, discutible en algunos puntos, pero no un mamarracho.
Respecto a la despenalización del consumo de drogas, yo en algún momento expliqué mi posición a favor, en tanto que la misma no implica la despenalización de los delitos cometidos bajo el efecto de drogas. Dejo el link donde traté el tema un poco más extensamente: http://diegogoldman.blogspot.com/2006/01/recuerdos-de-otras-pocas.html

Daniel Pecheny dijo...

Diego, gracias.

Nadie mejor que vos para entender de estos temas. Me parece que merece una mirada de expertos, yo lo veo simplemente como un observador o un ciudadano más, pero creo que es importante prestarle atención. Cuando quise recopilar la información publicada me llamó la atención cómo el diario va dando la información con cuentagotas pero el día que la noticia sale en primera plana pone sólo una parte de la información.

Saludos

Daniel