El ministro del Interior, Aníbal Fernández, reaccionó excesivamente contra la jueza del caso de Matías, un chico de 15 años salvajemente torturado, mutilado y asesinado hace unos días.
La magistrada sólo dijo que hay que desarrollar políticas de minoridad, y apuntó a los problemas sociales. El ministro, en lugar de referirse a lo concreto que dijo la jueza, la quiso descalificar, y dijo que sólo debe hablar por sus sentencias.
Tan desproporcionada reacción ante algo que no fue dirigido a él, y aún, si lo fuera, un miembro del Poder Judicial tiene derecho a opinar sobre los instrumentos legales con que cuenta para que la Justicia esté al servicio de la Sociedad.
Fernández es ministro del Interior, en lugar de tomar la sugerencia como responsable de la Seguridad, para mejorar una gestión de gobierno, tomó los dichos de la jueza como miembro de una administración que no cuida ni la seguridad ni elimina la exclusión social, y como tal salió en su defensa.
El ministro criticó que estos temas sean tomados por los "ausentes de política" de la oposición. ¿Dará por sentado que a su criterio los "presentes de política" no toman las preocupaciones sociales como propias?
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