Ocupación de viviendas populares en el Bajo Flores

La ilusión de la casa propia les duró poco a los habitantes de una villa del Bajo Flores. Vino gente de otro barrio cercano y les ocupó las viviendas a la fuerza, arrancando artefactos, y hasta puertas y ventanas. Qué triste ver a pobres robando y arrasando las viviendas de otros pobres, pero no seamos ingenuos pensando que esto fue algo espontáneo. 800 personas no se movilizan con vehículos y por necesidad (como dijeron algunos funcionarios) no sólo usurpan sino también destrozan y saquean en forma espontánea. Cabría preguntarse quién organízó lo ocurrido.
Y si hay necesidad, que la hay, en otros grupos que no son adjudicatarios, es por el poco transparente mecanismo de adjudicación, que a elección del gobierno selecciona la mutual o cooperativa a cuyos miembros quiere darle las viviendas. Como todo lo que se hace en esta lógica clientelista, como los subsidios a empresarios, como los ATN a las provincias y a los municipios, como la publicidad oficial, a los destinatarios se los elige a dedo.