La marcha de Blumberg

La concurrencia de la masiva movilización excedía en gran medida el perímetro de la plaza y cubría la Avenida de Mayo y ambas diagonales. Como era de esperar, el acto se realizó en paz pero los reclamos se hicieron con la firmeza que los reclamos merecían. Lejos de las acusaciones de intolerancia realizadas desde sectores oficialistas, es de destacar que los tres primeros oradores fueran representantes de tres religiones, un pastor protestante , un rabino judío que dijo la palabra paz tanto en hebreo como en árabe, no olvidando a otra de las religiones monoteístas, y finalmente un sacerdote católico. El Ing. Blumberg reafirmó su objetivo de aportar a la seguridad en el país como su único interés, y reclamó con respeto pero firmemente, ejerciendo, como todos los concurrentes, el derecho a peticionar ante las autoridades. Contrariamente a lo que afirman sus críticos, no pidió pena de muerte, no pidió mano dura, pidió que no haya corrupción, mejorar la política social, incluyendo la educación, la salud y algo primordial en la vida de todo ser humano que es la seguridad y la Justicia. Luego de que familiares de víctimas leyeran las propuestas que los organizadores hicieran al gobierno sobre el tema de seguridad, y el cierre por parte de Blumberg, se dispersaron los manifestantes en total tranquilidad.